Técnicas de
litigación oral sesión 3
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La argumentación
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DANIELA BALDERAS
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16/11/2017
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Técnicas
de la argumentación
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La
argumentación
En
la práctica jurídica, son los argumentos una de las claves principales para que
el abogado tenga éxito en los litigios, ya que es a través de éstos donde podrá
justificar su actuar, es decir, los abogados a través de los argumentos aportan
razonamientos con los cuales pretenden justificar la culpabilidad o inocencia
de su defendido.
En
la práctica jurídica, el dominar las técnicas de argumentación nos permitirá
tener una ventaja competitiva y obtener resultados favorables durante el
desarrollo de la audiencia. A la hora de estructurar la teoría del caso nos
tendremos que contestar la interrogante anterior y una manera efectiva para
llegar a una conclusión es mediante los argumentos; es decir, estaremos en
condiciones de haber analizado los diferentes entornos o momentos sobre los
cuales versamos nuestra teoría, lo que nos lleva a tomar una decisión sólida y
fundamentada de nuestro caso.
La argumentación
Definición
y elementos de la argumentación
De
acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, entendemos por
argumentación el razonamiento que se emplea para probar o demostrar una proposición,
o bien para convencer a alguien de aquello que se afirma o se niega.
En toda argumentación podemos distinguir tres
elementos:
El
objeto, la tesis y los argumentos.
Elementos de la argumentación
Objeto
Aquí hacemos referencia al tema sobre el cual
se tendrá que argumentar.
Tesis
Se
encuentra vinculada a la postura que el argumentador tiene respecto al tema que
se está tratando.
Los argumentos
Éstos son aquellos razonamientos sobre los
cuales se basa la postura del tema sobre el cual se está argumentando, con un
especial énfasis sobre la tesis que se está defendiendo.
Tipos
de argumentos
Para
poder establecer los tipos de argumentos será muy importante establecer el
objetivo que se pretende alcanzar ya que, en el ámbito judicial, algunas veces
tendremos que argumentar para defender un derecho y en otras tantas estas
argumentaciones versarán sobre nuestra inconformidad y desacuerdo con el
postulante. De lo anterior podemos deducir que la argumentación positiva o
probatoria es aquella sobre la cual respaldamos los hechos de nuestro
argumento, por otra parte, existe la argumentación negativa o de contradicción,
que consiste en aportar argumentos tendientes a disminuir la credibilidad o
nulificar el valor probatorio de los argumentos planteados por la contraparte.
Existen
diferentes clases de argumentos, entre los cuales podemos destacar los
siguientes: Argumentos de autoridad.
En
estos basamos nuestros argumentos, en la opinión de una persona experta en la
materia o de reconocido prestigio.
Argumentos
de hecho.
Estos
son los argumentos que se basan en pruebas observables.
Argumentos
racionales.
Son aquellos basados en las verdades admitidas
y aceptadas por un grupo en particular y se basan principalmente en ideas.
Argumentos de ejemplificación. Son aquellos que se basan en ejemplos concretos.
Técnicas
y reglas de la argumentación
Para
que un argumento sea considerado como correcto, los planteamientos sobre los
cuales versa tendrán que estar rigurosamente sujetos a las leyes de la lógica.
La argumentación tiene que seguir un orden
para que ésta no sólo sea válida, sino que también pueda ser presentada y así
poder sustentar la tesis planteada en ella.
En
primer lugar, al dar comienzo con un discurso argumentativo nos encontramos ante
la presencia de la presentación, en la cual el ponente busca ser el centro de
atención de quienes lo escuchan, despertando en ellos una actitud afable hacia
él. Acto seguido dará pie a la exposición misma que tiene como finalidad la
explicación de cómo se suscitaron los hechos sobre los cuales se sustenta la
tesis y, hablando en materia judicial, la teoría del caso, misma que debe ser
clara y concisa. Concluido lo anterior, el orador tendrá que plantear los
argumentos propiamente dichos, que son la parte medular del discurso y es en
ellos donde sustenta su dicho. Al finalizar, a manera de conclusión, deberá de
presentar un resumen de los argumentos planteados y la forma en cómo estos
justifican su tesis.
Como
hemos podido analizar, argumentar, presentar de manera verbal o escrita la
información planteada a manera de tesis sustentada en razonamientos que pueden
ser deductivos, en los cuales primero se plantea la tesis y luego se justifica
o inductivos, mediante los cuales la tesis es expuesta al finalizar los
argumentos. En la práctica del derecho los abogados están obligados a probar o
desvirtuar los hechos de un acontecimiento que la autoridad los podrá
considerar como verdaderos o falsos y es aquí donde el argumento que es
planteado de manera consistente y coherente podrá poner un paso adelante a
aquellos que lo sepan realizar de manera eficaz.
Bibliografía
• González Obregón, D.C. (2014) Manual
práctico del juicio oral. Editorial. INACIPE (Instituto Nacional de Ciencias
Penales).
•
Urieta Guerra, J.A. (2010) Técnicas de la argumentación jurídica. Editorial
Jurista.